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Decálogo del BUEN RABO

Rabos hay muchos, de todos los tamaños y de todas las formas posibles, pero antes de ofrecérselo a un buen mamón, hay que seguir una serie de reglas no escritas que harán que el mamón se entregue a tu rabo por completo y por tanto, el placer que recibas de su boca y su garganta sea brutal

Si quieres que te deslefen el rabo con una buena boca y que te dejen sentir una buena gargatna deberías seguir estas reglas para hacer de esa experiencia algo brutal

1. ​Si no estás rasurado, recórtate el vello antes de dar rabo.

No molan las matas de pelo en la polla ni en los huevos, más que nada porque el mamón tendrá que sacárselos de la boca constantemente e irá parando en repetidas ocasiones. Un rabo con vello recortado se mama de puta madre y encima parece más grande! Vayas sobrado o no de polla, recortate tío!

2. Dúchate antes de dar rabo.

La higiene es importante, sobretodo para que el mamón pueda comerte el rabo, los huevos, las ingles y todo lo que te apetezca. Pégate una ducha, a no ser que expresamente el mamón te diga lo contrario. Para algunos, el olor corporal es el fetiche más importante.

3. Confía en su boca y en su garganta.

Hasta que te demuestre lo contrario, un buen mamón sabe lo que hace. Puede comenzar a mamar lentamente o lamiendo en los huevos o tragarla directamente hasta la garganta según llegue... Durante los primeros minutos, confía en que sabrá lo que va a hacer y será capaz de deslefarte con su boca. 

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4. Dale alguna libertad.

Dale alguna libertad... aunque siempre deberías llevar tú el ritmo y marcar las pautas deja que el mamón te sorprenda. A veces sienta bien, cerrar los ojos, ponerse las manos en la nuca y dejar que haga. 

5. Nunca olvides que el mamón está ahí para satisfacerte a ti.

Un buen mamón nunca busca su satisfacción. Un buen mamón se entrega para satisfacer al rabo y al tio que está mamando. Si ves que se pajea mientras te la come, si quieres, ordénale que no lo haga. A veces pierden concentración pensando en su placer y llegan a dejar de mamar si se corren antes. Evita que el mamón lefe antes que tú. Es tu juguete, úsalo como tal.

6. No olvides que, con esfuerzo, todo entra.

Si quieres meter tu rabo hasta su garganta, él tiene que saber hacerlo. Debe entrenar su boca, su garganta, su forma de tragar. Un buen mamón se mete el rabo más allá de su garganta. Exígeselo!

7. Si no es bueno, díselo.

No hay nada peor que un mamón pésimo que se cree bueno y nadie se lo dice. Tú eliges cuándo se lo debes decir, pero échale en cara que así no se trata un rabo. Qué mejore su técnica y se preocupe por tu satisfacción. Qué practique y que sepa lo que tiene que saber hacer y cómo.

8. Si no quiere el lefazo en su puta boca, que deje de mamarte.

Es mejor que termines tú con un buen pajote, que no una boca desganada que lo quiere "en la cara" o "en el pecho". Así no se satisface un rabo... Un rabo hay que comerlo y deslefarlo de principio a fin con la boca. Sacarla justo antes de correrte es de "corta rollos".

​9. Dale toda la lefa del rabo y oblígale a que te la siga mamando

Después de lefar, el mamón tiene que saber estar a la altura y debe seguir mamándote mazo despacio después de correrte hasta que le digas que pare. Tú marcas el ritmo, tú marcas el "hasta cuando".

 

10. Nunca le des las gracias.

El mamón es el que tiene que estar agradecido porque tú hayas querido compartir tu rabo con su boca. Él debería mirarte a los ojos y darte las gracias por haber compartido tu rabo y haberle alimentado.

¡No ol​vides hacer tu aportación a este decálogo!

Tanto si eres un buen mamón o si prefieres que te la coman bien, envía tus comentarios a: pibesexmadrid@gmail.com

¡Con tus aportaciones, mejoramos día a día!

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